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Jugar en Santa Fe, ser mujer, ver cómo tu presidente guarda silencio frente a una violación de tus c

¿Cuántas veces más sucederá algo delicado en el fútbol colombiano y los directivos van a decir que son casos aislados?

Así pasó


1. Las directivas del Club cardenal organizan una fiesta para celebrar la consecución de la Superliga 2017. 2. Uno de sus jugadores contacta una trabajadora sexual. 3. Otro jugador “se antoja” y arregla un encuentro con aquella mujer, esa misma noche. 4. Otros cinco jugadores deciden entrar a la habitación y sumarse a la fiesta privada entre el jugador #2 y la mujer. 5. Los seis jugadores tienen relaciones sexuales con la mujer SIN SU CONSENTIMIENTO. 6. Sólo el jugador que la contactó por primera vez pagó su encuentro con la mujer, el resto no = VIOLACIÓN.


Todo esto se conoció este viernes luego de que un diario bogotano publicara un artículo en el que cuenta que, de la noche del 31 de enero a la madrugada del 1 de febrero, luego de que Santa Fe ganara la Superliga 2017, se celebró una fiesta en el hotel Dann de Bogotá, ofrecida por el club. En dicha fiesta fueron contratadas prostitutas por los jugadores y una de ellas fue obligada a estar con varios futbolistas.


Después empezó la tramoya de la directivas de Santa Fe intentando pagar por el silencio de la mujer agredida. Dicen algunos que ésta fue la principal razón por la que no llegaron refuerzos de peso y la campaña anterior fue un rotundo fracaso tanto en la Liga como en la Copa Libertadores.


El presidente César Pastrana no da la cara. La Fiscalía sigue investigando. Desde el Club no ha salido algún comunicado que señale a los responsables o condene esta atrocidad. Hecho lamentable en un país en el que durante el 2016 se presentaron más de 15 mil casos de agresiones sexuales contra mujeres. 15 mil casos, más de mil cada mes, sin contar los que se silenciaron con la fuerza, con la amenaza, o con el soborno, como sucede con Santa Fe.


No Más


El primer club campeón de una liga femenina en la historia del país no puede guardar silencio frente a una agresión de este tipo. ¿Cómo es posible que se inviertan, según versiones, 1.800 millones de pesos en tapar los desórdenes de estos rufianes, mientras el salario de la jugadora que más gana del club no supera los 10 millones de pesos? ¿Hasta cuándo?


La lista de cagadones de los jugadores del fútbol colombiano y mundial es larga. Y aunque parece que el mundo empieza a acostumbrarse - acostumbrarse a ver a Floyd Mayweather con tres mujeres desnudas que no son su esposa, acostumbrarse a los escándalos de deportistas y personalidades que parecen convertir a las mujeres en parte de sus trofeos - estos hechos no se pueden pasar por alto. Tenemos que decir no, tenemos que decirlo desde esta tribuna, pequeña, desde la que manifestamos nuestro amor irrevocable por el fútbol y desde la que ahora nos indignamos y volvemos a decirlo: la pelota no se mancha, o mejor, La Pecosa no se mancha, y esto que hicieron los jugadores de Santa Fe es precisamente manchar el que es para nosotros, el deporte más bello del mundo. La Fiscalia deberá mostrar los resultados de su investigación y si se demuestra que se ha obstruido a la verdad, es OBLIGATORIO condenar a los responsables.


Los clubes tendrán que empezar a enseñarle algo más a sus jugadores que parar, patear el balón y posicionarse dentro de la cancha. Posicionarse en la vida es mejor negocio.

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Un sitio de: Juan Camilo Parra y Joan Sebastián Ruiz

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