Lecciones sobre la improvisación
El semestre ha terminado para el Deportivo Cali, el objetivo principal con el que empezó esté año, ir por la Décima Estrella, quedará postergado hasta el mes de diciembre.
Foto:Colprensa
Atlético Nacional ha sido el justo ganador de una final donde cada equipo tuvo una oportunidad de sobreponerse a su rival y el onceno de Reinaldo Rueda aprovechó la suya.
Pero Nacional no gana sólo por aprovechar su superioridad en esta serie. Nacional gana porque es un equipo con dos jugadores calificados por posición. Nacional gana porque es un equipo con un módulo base, además de la determinación y confianza en un trabajo que ya ha dado sus frutos. Nacional gana porque es un Proyecto deportivo que genera dividendos pues consigue títulos y puede vender jugadores a un valor que ningún otro club lo hace. Nacional gana porque tiene un norte y usa sus recursos para llegar de la mejor manera a su destino, la cima.
La cierto es que el Cali pierde por no tener claro ese norte, así el eslogan de la campaña de expectativa para vender abonos en este primer semestre fuera #VamosPorLa10. Ir por la 10 requiere otras cosas que este Cali no expuso. En una final es un pecado que te hagan 5 goles.
El cuadro azucarero ayer no fue ordenado tácticamente; no mantuvo la intensidad (ni siquiera la tuvo); no fue contundente (ni en Cali ni en Medellín) y no tuvo alternativas a la altura en la nómina para suplir la ausencia de los suspendidos. De ese modo era muy difícil sostener la ventaja obtenida de local.
Así Deportivo Cali se haya encontrado con un buen rendimiento en la fase final del torneo, que premia la irregularidad en beneficio del duplo económico que dan los derechos de televisión, tuvo un rendimiento de apenas el 50% en puntos, sin contar con que fue de los peores visitantes y llegó a la fecha final sin tener la clasificación a la liguilla asegurada, jugando un fútbol lleno de altibajos.
Para desbancar a Nacional de la cúspide del fútbol colombiano se necesita una nómina más amplia y calificada para afrontar una instancia como esta. También jugadores a los que no se les arrugue la cara pese a escuchar que 45.000 almas cantan el himno de Antioquia.
Así como lo dije en otro lado: era un mal día para que el fútbol escogiera ser justo y pero así fue. No es una mala Campaña la del Cali, pero la copa se la lleva el equipo que sabe hacia dónde va.
PD: Si Reinaldo acepta que por favor reciba a Héctor Cárdenas en vacaciones y le de clases de cómo se juega una instancia definitiva y se administra una ventaja.
PD2: El 70/30 de Álvaro Martínez no es una mala apuesta pero hay elementos que ya cumplieron su ciclo y otros que al parecer nunca empezaron el suyo.