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Gracias por todo pero es tiempo de marchar, profesor

Por Sebastián Ruiz


♫Forever, Forever, Robert Pires♫ ♫El gol lo hizo Henry, el gol lo hizo Henry♫ algunas de las frases cantadas que acostumbradamente escuchaba cada fin de semana cuando el Bambino Pons narraba aquellas temporadas de la Premier League donde el Arsenal era el equipo más temido de Inglaterra.


Jens Lehmann, Ashley Cole, Sol Campbell, Kolo Toure, Lauren, Gilberto Silva, Patrick Viera, Fredrik Ljungberg, Robert Pires, Dennis Bergkamp y Thierry Henry: once de gala que exhibían los gunners en cada una de las tardes británicas y noches europeas. Como complemento para este flamante equipo que supo ganar dos Premier League, tres FA Cup y dos Community Shield estaban: José ‘La Perla’ Reyes, Ray Parlour, Emmanuel Eboué, Sylvain Wiltord, Nwanko Kanú, Edú, Gael Clichy, Giovanni van Bronckhorst, entre otras figuras que hicieron parte de sus selecciones nacionales.


Aquel Arsenal supo arrebatarle la hegemonía del fútbol británico al Manchester United de Ferguson de la mano de ‘ Le Professeur’ Arséne Wegner, un economista fránces nacido en Estrasburgo, que llegó en el año 1996 proveniente del fútbol japonés, para dirigir al club londinense. En su palmarés, una Ligue 1 conseguida con el Mónaco en la temporada 87/88 y una Copa de Francia en 1991. Solo dos temporadas le bastaron para dar el golpe de autoridad: lograría el doblete, FA Cup frente al Newcastle de Alan Shearer y su primer título de Premier League. En la temporada 2001/2002 cortaba la racha de tres títulos de liga del United y en el 2003/2004 ganaba su tercera Premier, con un largo invicto de 49 partidos que se postergó hasta la temporada 2004/2005.




Con Thierry Henry a la cabeza, exquisito delantero francés que se convirtió en el goleador histórico del club, el Arsenal lograba hacerse un hueco en Europa temporada tras temporada. La Champions era el escenario ideal para observar aquel fútbol dinámico y elaborado que ofrecían los dirigidos por Wegner, cuya particular virtud era la pegada elegante de borde interno que poseían sus mayores referentes. El medio campo que mezclaba la clase y la pausa de Pires y Viera, con el despliegue y la practicidad de Ljungberg y Gilberto Silva, ofrecía el equilibrio necesario para un equipo que permanentemente explotaba sus bandas con los laterales; apoyados por una gran muralla humana como Sol Campbell y el poco ortodoxo pero rendidor Kolo Toure.


El punto más alto de este club se dio en la temporada 2005/2006 cuando se citaron en París con el Barcelona de Ronaldinho para disputar la final de la Champions League. Habían derrotado en instancias definitivas al Real Madrid, a la Juventus y al sorprendente Villarreal de Riquelme y Forlán. El sueño de Wegner lo derrumbaba Juliano Belleti y debía conformarse con el subcampeonato. Fue quizás, la última vez que ‘El profesor’ estuvo cerca de saborear la gloria deportiva.




Lo demás, lo conocemos: en las siguientes temporadas se la jugó por jóvenes promesas y dejó salir a sus máximas figuras en cada mercado de pases. Henry, Viera, Toure, Cole, Hleb, Fábregas, Song, Van Persie, Clichy, Sagna, Nasri, entre otros, fueron hombres que forjaron sus nombres en el club, pero que consiguieron los títulos escasos en Londres con otros equipos.


Pese a esta política “deportiva”, el Arsenal se mantuvo en los puestos de privilegio, pero nunca logró llegar hasta la última fecha con opciones de título. Los grandes partidos se convirtieron en aplastantes derrotas para sus hinchas, que han debido conformarse con 2 FA CUP y 2 Community Shield en 10 años. El amplio número de cupos para clubes ingleses en competiciones europeas le ha permitido clasificarse cada año a la UEFA Champions League, pero desde la temporada 2009/2010, no logra acceder a los cuartos de final.


Palizas propinadas por el Barcelona, el Milán o el Bayern Munich en temporada pasadas no fueron suficientes para que el Arsenal corrigiera errores, pero el marcador global recibido este martes frente a una de estas bestias negras (tres enfrentamientos contra el Bayern en octavos de final en las últimas 5 temporadas sin éxito) obliga al profesor Wegner a plantear su salida. El público que antes lo aclamaba e idolatraba, no soporta una temporada más del Arsenal bajo su dirección técnica. Su leyenda empieza a derribarse y poco empieza a importar los 15 títulos conseguidos y los más de 20 años al mando de la institución. Wegner le dio mucho al Arsenal, pero el club londinense requiere de ideas frescas para resurgir. No quiero que se le recuerde más como un experto en fracasar, sino como el maestro que supo regalarme mañanas hermosas de fútbol total. Gracias profesor, pero es tiempo de marchar.


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