Profe ¿A qué jugamos?
¿Pekerman está cansado?
La selección Colombia se convirtió en el desfibrilador de los equipos de Conmebol que están ad portas de entrar en cuidados intensivos. Brasil se montó en la cima de la tabla ganándonos. Uruguay reafirmó su solidez empatándonos en Barranquilla. Chile hizo su negocio sin sus figuras más rimbombantes. Pero Argentina tiene en su haber dos resurrecciones patrocinadas por el combinado tricolor.
La falta de jerarquía y el susto por camisetas con Copas Mundiales y América ganadas nos deja hoy en la casilla 6 de la Eliminatoria al Mundial de Rusia 2018, eliminados parcialmente. De 21 puntos disputados con las selecciones grandes como Brasil, Uruguay, Argentina y Chile sólo sacamos 3. Es decir somos ‘grandes’ entre Ecuador, Paraguay, Venezuela, Bolivia, Perú. Vaya logro.
Desde Juan Antonio Pizzi que aprovechó los réditos del trabajo de Jorge Sampaoli con Chile, hasta Adenor Leonardo Bacchi ‘Tite’ que revivió una Brasil en cenizas tras el 7-1 que le propinó Alemania en el Estadio Mineirão durante pasado mundial de 2014, le han dado repasadas tácticas al equipo dirigido por José Pekerman, un equipo que una vez finalizada la cita mundialista en 2014 no se ha podido encontrar. Pero valga decir que ha catapultado la venta a Europa de una lista de jugadores de los que hoy ninguno suena ni truena.
¿Dónde está el trabajo?
Al día de hoy, finalizada la fecha 12 La Selección nunca ha formado con el mismo once titular, ya sea por lesiones, suspensiones o decisiones del técnico en el diseño de la convocatoria. En la previa a cada anuncio de la lista de jugadores citados la incertidumbre aumenta, pues cada vez hay un nombre nuevo del que nadie tiene mayor explicación.
De visitante Colombia ha usado un esquema 4-3-2-1 que ha servido para que de 18 puntos disputados se hayan conseguido 7, cifra nada despreciable. De local el panorama cambia. Con un esquema 4-2-3-1 rígido, sin variantes ni sociedades, se han escapado puntos importantes, de 18 puntos se obtuvieron 11 pero no pudimos con ninguna de las selecciones que ya nombramos antes y falta la visita de Brasil.
Cuando hay trabajo la ausencia de una o dos piezas no deberían alterar, en demasía, el funcionamiento del colectivo. Pero eso se logra cuando hay un colectivo y en dos años de trabajo José Pekerman y su cuerpo técnico no han podido encontrar el camino. El técnico se ha apegado a unas piezas que no se hallan dentro del terreno de juego, que no se comunican y no han descubierto una ruta para llegar al gol. Es tanta la falta de idea de juego en el equipo que hasta Luis Suarez terminaría dándose por vencido con la ausencia de oportunidades de gol que genera el equipo.
¿Sin el mal estado del campo de juego del Metropolitano, hay alguna explicación?
Nuestros jugadores se están poniendo a punto desde la Copa América de Chile y parece que todavía no alcanzan su máximo nivel. El equipo sólo tiene tres jugadores que mantienen un promedio de regularidad dentro del campo: David Ospina, Carlos Sánchez y James Rodríguez, que ya empieza a deslucir y se ve maniatado dentro del campo. El resto se la pasan en una montaña rusa de rendimientos y cada nuevo encuentro es una apuesta con el azar sin alguna garantía.
En el panorama no hay un líder. James lleva la cinta pero parece que lo único que puede capitanear es el Audi que usa en Madrid para ir de su casa a Valdebebas, lugar del campo de entrenamiento del Real Madrid. Tampoco se puede poner toda la responsabilidad sobre sus espaldas. Ya ha demostrado ser buen intérprete pero sin un libreto claro no se le puede exigir más.
Muchos se apegan a las ayudas religiosas para justificar lo que no se prepara y no se trabaja. Así todos los colombianos caminemos descalzos por el desierto de la Tatacoa, acompañados por todos los pastores evangélicos y cristianos del país, mientras la selección sea vitrina para hacer favores personales y familiares, promocionar jugadores y el trabajo de jubilación de Pekerman, esto no va a cambiar.
Estamos en el lugar que nos mereceremos. Por primera vez, en mucho tiempo, nuestros números son moneda de pago justa para el trabajo que hemos realizado. Rusia nunca estuvo tan lejos.
