¿“No hay que desesperarse por una derrota”?
Pasaron tres días de la derrota contra el renovado cuadro carioca liderado por Tité. Un Brasil que desnudó falencias que desde hace 2 años el equipo de José Pekerman viene mostrando, pero que en la efervescencia de pequeñas victorias conseguidas por virtudes individuales, no se advierten.
El panorama se vislumbra nublado. “Estamos vivos. Hicimos 9 de 12 puntos posibles” afirmó James Rodríguez en las declaraciones postpartido. Habrá que recordarle que aunque sí es cierta su afirmación, de los rivales de peso enfrentados, la selección sólo consiguió 1 punto. Perdió con Argentina, Brasil y Uruguay, y empató con Chile en Santiago.
Más allá de los resultados, el partido en Manaos demostró que los errores no se corrigen. La pelota aérea cuesta los cuartos de final en el Mundial de 2014, el partido en Chile por Eliminatorias, la semifinal en la Copa América Centenario de 2016, el partido con Uruguay en Montevideo por Eliminatorias y no sigo porque la conciencia me juega malas pasadas y me acuerdo de los Batistutas y otros que siempre nos cobraron. ¿Falta trabajo? todas las selecciones tienen el mismo tiempo para preparar sus encuentros.
Brasil no brilló, fue efectivo y aprovechó dos errores de la saga colombiana. Al margen de eso, trabajó el partido, controló el balón, y aunque demostró dar ventajas, éstas nunca fueron aprovechadas por el combinado patrio. Si San David Ospina no estuviera en el arco la derrota habría sido Londrinezca.
Si nuestros jugadores se van a quejar porque en los equipos de élite donde militan en Europa no son prioridad sino alternativa, tendrán que demostrar en instancias como esta para qué están preparados. El partido del miércoles demostró que Todavía nuestros jugadores ‘comen’ de camiseta y que cuando hay que echarle mano al pundonor y el coraje para conseguir objetivos son muy pocos los que aceptan el llamado.
Al año le quedan partidos contra Paraguay, Uruguay, Chile y Argentina.Estas Selecciones al principio de la competición no lucían muy compactas pero siempre se las han arreglado para complicarnos la vida.
Necesitamos un líder dentro de la cancha, algunos dicen que Daniel Torres se perfila. Trabajar. Corregir los errores reincidentes. Trabajar. A David Ospina siempre en cancha. Trabajar. Aceptar cuando el planteamientos es equivocado. Trabajar. Convertir las opciones de gol. Trabajar. Así Don José diga:
“No hay que desesperarse por una derrota”
¡Ah¡ y que alguien explique por qué Pascual Lezcano, yerno de Pekerman y empresario de jugadores, viaja en el Bus Oficial de la selección.
